Hace unos días, la muerte imprevista de Carlos Echarri conmovió a las comunidades de estudiosos de la población mexicana e internacional. Nuestro colega y amigo nació en 1964, estudio la carrera de Actuaría en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en 1985 inicia su formación en el campo de los estudios de la población ingresando a la Maestría en Demografía de El Colegio de México, consolida dicha formación al graduarse como Doctor en Demografía en el Institut de Démographie de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Al conocer la triste noticia esta última universidad recordó que “su tesis doctoral fue defendida brillantemente en 1994, abordando un tema poco estudiado hasta ese momento: Familia, estatus de la mujer y salud infantil en México”. 

 

Siendo considerado uno de los más distinguidos demógrafos mexicanos, el pasado 4 de diciembre había sido nombrado titular del Consejo Nacional de Población, lo que nos llenó de orgullo a la comunidad de demógrafos en México. A pesar de su corto periodo en el Consejo, Carlos Echarri dejó una huella incuestionable, retratado como “funcionario ejemplar que impulsó varias iniciativas en beneficio de los ciudadanos, la agenda de los Derechos Humanos y libertades en las políticas de población”.

 

La trayectoria laboral de nuestro querido Carlos es muy amplia. Al terminar la maestría fue

Investigador Asociado en la Dirección General de Planificación Familiar de la Secretaria de Salud Pública de México. Inicia su trayectoria académica al regresar del doctorado en Lovaina y hasta el 30 de noviembre pasado fue Profesor-Investigador en el Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México, institución en la que ocupó el cargo de Coordinador Académico de la Maestría en Demografía y del Doctorado en Estudios de Población; coordinó el Programa Salud Reproductiva y Sociedad; presidió el Cuerpo Académico Reproducción de la Población y Salud y fue miembro del Consejo Asesor y de la Junta de Profesores de la Maestría "Género, Procesos Políticos y Transformaciones Culturales", del Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer. En sus distintas funciones en El Colegio de México fue reconocido como una persona sumamente brillante, que tenía una visión holística de la problemática poblacional, lo cual le permitía estar en continuo diálogo con las políticas públicas, compartiendo con sus colegas y alumnos su visión sobre el alcance del conocimiento demográfico para el beneficio de la sociedad. Esta trayectoria le permitió alcanzar uno de niveles más altos de nuestro Sistema Nacional de Investigadores (Investigador Nivel III).

 

Además, de un trabajo intenso en El Colegio de México, Carlos Echarri participó de múltiples maneras en otras instituciones nacionales e internacionales. Fue miembro de la Comisión de Evaluación del Departamento de Estudios de Población de El Colegio de la Frontera Norte, integrante del Comité de Publicaciones del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se vinculó con El Colegio de Sonora en diversas actividades. En años recientes, colaboró con ONU-Mujeres en el marco de su año sabático.

 

Sus líneas de investigación fueron: estructura familiar y salud materno infantil, salud reproductiva, transiciones a la vida adulta y violencia contra las mujeres. Entre sus más recientes publicaciones se encuentran: Panorama estadístico de la violencia en México; Feminicidio en México. Aproximación, tendencias y cambios: 1985-2009 y Hogares y familias en México: una visión sociodemográfica.

 

Su participación en distintas instancias Internacionales, gubernamentales y de la sociedad civil fue amplia. Fue miembro de la International Union for the Scientiific Study of Population (IUSSP) y colaboró como organizador de sección en la última conferencia internacional realizada en Cape Town en 2017. También fue miembro de la Asociación Latinoamericana de Población (ALAP), participando muy activamente en la última conferencia llevada a cabo en la Ciudad de Puebla en México el año pasado. Además, fue miembro de la Population Association of America (PAA) y entre 2015 y 2017 fungió como presidente de la Sociedad Mexicana de Demografía (SOMEDE).

 

Fue presidente del Consejo Consultivo Ciudadano para la Política de Población, miembro del Comité Científico Asesor del Diagnóstico Nacional sobre violencia contra las mujeres CRIM-UNAM/CONAVIM, Vocal del Comité de Prevención del Consejo Nacional para la Prevención y Control del SIDA, CONASIDA, Vocal Académico y Coordinador del Comité de Monitoreo y Evaluación del CONASIDA.

 

La combinación de un muy buen académico a la vez que una persona preocupada por el respeto de los derechos humanos de las personas, lo llevó a participar en distintas batallas, las cuales siempre estuvieron sostenidas por un análisis de la realidad con amplios fundamentos. En particular, la búsqueda por incidir en la reducción de las desigualdades de género era una de sus preocupaciones más apremiantes, aspecto que lo llevo en los últimos tiempos al tema de los feminicidios, una de las problemáticas más alarmante en nuestro país.

 

 

Al inicio de este escrito decíamos que la trayectoria de vida de Carlos Echarri ha sido vasta, su sonrisa permanente era un indicador de una existencia enriquecida en distintos planos. Uno de ellos fue la vida compartida con su esposa Helena Cotler y sus hijos Santiago y Manuel. Al hablar de ellos se le llenaban los ojos de orgullo, presumía a su esposa como una investigadora brillante y una excelente compañera de vida, a sus hijos como uno de los regalos más preciados de su existencia; algunos, tuvimos la suerte de convivir con ellos y formar una amplia familia que perdurará a la ausencia de Carlos.

 

Carlos también fue amigo de muchísimas personas, sería difícil en este espacio hacer un recuento de ellas, solo baste decir que él consideraba esta dimensión de su vida de un gran valor y nos lo hacía sentir, por eso muchos estamos devastados por su pérdida. Un botón de prueba de la importancia de este plano de su vida era el papel que jugaba cuando viajábamos a congresos, primero que nada, era un ejemplo a seguir en cuanto a las posibilidades de intercambio académico en estos espacios, sabía perfectamente cuáles eran los temas de punta y debatía con gran pasión, lo que nos asombraba y enorgullecía completamente. Pero también lograba compartir generosamente con sus amigos y amigas su amplia cultura, el placer por la vida y el valor sustantivo que los pequeños momentos implican para la amistad.

 

Nosotras, colegas, compañeras de batallas y especialmente amigas de Carlos Echarri no podemos dejar de pensar en el gran vacío que deja. Estamos ciertas que una persona como él es absolutamente irremplazable, pero, como dicen sus alumnos, perdurará en nuestros corazones y ha dejado semillas que seguramente honrarán su existencia.

 

Carlos Echarri será recordado por su sentido del humor, su amplio conocimiento de los temas demográficos, su solidaridad con diversas causas sociales y su generosa contribución en la formación de alumnos estudiosos de la población.

 

Rosario Cárdenas, Silvia Giorguli y Edith Pacheco